De este órgano solo se conserva su caja barroca, en color dorado y adornada con motivos vegetales. Se sitúa centrada en el coro alto de la iglesia.
No se conoce la autoría del intrumento ni de la caja, aunque podría datar del último tercio del s. XVIII.
Su fachada principal consiste en tres castillos, los cuales están cubiertos por unas tablas. Igualmente, las fachadas laterales que se presentan en chaflán, también tienen sus castillos cegados con tablas, pero adornadas con caras humanas.
No queda absolutamente ninguno de los tubos que poseyó, ni tampoco cualquier elemento sonoro o mecánico que componía el instrumento.
Según documentación consultada, la consola fué en ventana, de un teclado también desaparecido, quedando tan solo los orificios que recogían los tiradores de los registros.
Los orificios que se encuentran bajo sus castillos frontales dejan patente que contó con una trompetería horizontal a cuatro filas.