Se encuentra localizado en una pequeña tribuna junto al coro alto, en el lado de la Epístola, adosado a la pared de la misma.
Fue construido por los organeros zaragozanos Roqués e hijos, posíblemente entre los años 1878 y 1879, habiendo sido intervenido posteriormente por la casa Amezúa y Cía. en 1925, por Luis Val Macho en 1984, y en una ocasión ulterior por el organero granadido Francisco Alonso.
La caja es de estilo poco definido, aunque con cierto sabor neoclásico. Sería obra de Pedro Roqués. Ésta muestra en su fachada principal tres castillos de tubería vista que se corresponde con el registro de flautados. Bajo estos castillos se observan las dos tapas que dan acceso a sendas arcas de viento.
El mueble está rematado en su parte superior por una cornisa presidida por una cruz y, a los lados, las estrellas de David, símbolo de la Abadía.
Según documentación consultada, posee una consola en ventana compuesta de un teclado, una linea de tiradores vertical a cada lado del mismo y un grupo cromático de pisas para accionamiento de los contras. Su sonoridad encaja en la línea romántica.
Las transmisiones de teclado, contras y registros serían mecánicas.
Posee un fuelle interior alimentado por una motobomba.
Parece ser que el instrumento se encuentra operativo y que sería utilizado en celebraciones litúrgicas concretas.